Dispositivos Scellier: La inversión inmobiliaria para reducir impuestos
El dispositivo Scellier, establecido en 2009 y reemplazado en 2013 por el dispositivo Duflot, fue uno de los incentivos fiscales más populares para fomentar la inversión en la vivienda de alquiler nueva. Aunque este dispositivo ya no está disponible para nuevas inversiones, sigue siendo relevante para comprender la evolución de las políticas fiscales en Francia y las estrategias de inversión inmobiliaria centradas en la desgravación fiscal. Este artículo explora el funcionamiento del dispositivo Scellier, sus beneficios fiscales y su impacto en el mercado inmobiliario.
Orígenes y objetivos del dispositivo Scellier
El dispositivo Scellier se introdujo en el marco de la ley de finanzas para 2009, en respuesta a la crisis económica de 2008. Su objetivo principal era apoyar la construcción de viviendas nuevas en áreas con alta demanda de alquiler, ofreciendo a los particulares una forma de reducir su impuesto sobre la renta. El dispositivo también tuvo como objetivo impulsar el sector de la construcción en períodos de desaceleración económica.
Funcionamiento del dispositivo Scellier
El dispositivo Scellier permitía a los inversores beneficiarse de una reducción de impuestos a cambio de la compra de una propiedad inmobiliaria nueva o en estado futuro de finalización (VEFA) destinada al alquiler durante un mínimo de 9 años. El monto de la reducción de impuestos se calculaba en función del precio de adquisición de la propiedad, con un límite de 300,000 €, y podía alcanzar:
- 25 % del precio de compra para las inversiones realizadas entre 2009 y 2010, con una reducción máxima de 75,000 € en 9 años.
- 22 % del precio de compra para las inversiones realizadas en 2011, con una reducción máxima de 66,000 € en 9 años.
- 13 % del precio de compra para las inversiones realizadas en 2012, con una reducción máxima de 39,000 € en 9 años.
Para beneficiarse de la reducción de impuestos, la propiedad debía ser alquilada a un alquiler con techo y los recursos del inquilino no debían superar ciertos umbrales, establecidos en función de la zona geográfica de la propiedad.
Impacto del dispositivo Scellier en el mercado inmobiliario
El dispositivo Scellier tuvo un impacto significativo en el mercado inmobiliario, especialmente estimulando la construcción de viviendas nuevas en áreas tensas. Sin embargo, también fue criticado por a veces fomentar la construcción en zonas donde la demanda de alquiler era insuficiente, lo que llevó a dificultades de alquiler para algunos inversores.
Según las estadísticas, entre 2009 y 2012, se construyeron más de 300,000 viviendas bajo el régimen Scellier, contribuyendo así a la reactivación del sector de la construcción en Francia. Sin embargo, el fin del dispositivo dio paso a dispositivos más específicos, como el Pinel, que introdujeron criterios más estrictos para evitar los abusos observados bajo el Scellier.
Ejemplos concretos
Un inversor que compró un apartamento nuevo por 200,000 € en 2010 bajo el dispositivo Scellier pudo beneficiarse de una reducción de impuestos de 50,000 € en 9 años, aproximadamente 5,555 € al año. A cambio, debía alquilar la propiedad a un alquiler con techo y cumplir con las condiciones de recursos del inquilino.
Textos legales que encuadran el dispositivo Scellier
El dispositivo Scellier estaba enmarcado por el Código General de Impuestos, en particular los artículos 199 septvicies y siguientes. Estos artículos especificaban las condiciones de elegibilidad, los límites de alquiler y recursos, así como los métodos de cálculo de la reducción de impuestos.
Conclusión
El dispositivo Scellier jugó un papel importante en la promoción de la inversión en la vivienda en alquiler en Francia, ofreciendo beneficios fiscales significativos a los particulares. Aunque ya no está en vigor, sigue siendo un ejemplo clave de cómo las políticas fiscales pueden influir en el mercado inmobiliario. Los inversores actuales pueden aprender de los éxitos y fracasos del Scellier para orientar sus decisiones hacia dispositivos más recientes, como el Pinel o el Denormandie, que han tomado el relevo para fomentar la inversión en alquiler en condiciones más controladas.